Wara: un centro educativo bilingüe que une creatividad, enseñanza y aprendizaje
Las puertas de colores decoran los pasillos de la Escuela Wara. Así como las risas de los niños que se escuchan dentro de cada salón. Ahí, desde hace más de 30 años, se desarrolla un proyecto educativo de puertas abiertas, bilingüe, laico y de alto nivel académico, que acompaña a los estudiantes en el proceso de incrementar sus conocimientos y a desarrollarse cada día.
A diferencia de otros centros educativos, en Escuela Wara el objetivo es ir más allá de la educación tradicional para lograr despertar la curiosidad de cada niño, el espíritu investigativo y la autonomía intelectual. “Algo que nos caracteriza y distingue es la forma de entender el conocimiento, cómo niños y niñas generan un vínculo positivo con lo que están aprendiendo, siempre a través de la experiencia, del contacto con la realidad", explica María Pisano, coordinadora académica del centro.
A diferencia de otros centros educativos, en Escuela Wara el objetivo es ir más allá de la educación tradicional para lograr despertar la curiosidad de cada niño, el espíritu investigativo y la autonomía intelectual. “Algo que nos caracteriza y distingue es la forma de entender el conocimiento, cómo niños y niñas generan un vínculo positivo con lo que están aprendiendo, siempre a través de la experiencia, del contacto con la realidad", explica María Pisano, coordinadora académica del centro.
De esta forma el aula de clases se traslada a las diferentes zonas de Montevideo, desde las estrechas calles de Ciudad Vieja hasta las granjas llenas de animales y naturaleza donde se aprende desde la experiencia. Estas rutinas permiten además generar diferentes tipos de relaciones y así salir del tradicional vínculo unidireccional con las maestras.
Pero la enseñanza creativa no solo se enseña por fuera de las clases. Aunque el instituto se rige por una currícula oficial, sus docentes y directores están en una constante búsqueda para lograr objetivos de calidad en cada nivel de la mano de actividades especiales que suman al proyecto. “Tenemos robótica, que es una actividad que busca desarrollar el pensamiento computacional. Hicimos una carrera de autos robóticos creados por los niños y las niñas y dirigidos desde sus computadoras. Buscamos todo el tiempo renovarnos en función de esta realidad cambiante”, asegura Pisano.
Pero la enseñanza creativa no solo se enseña por fuera de las clases. Aunque el instituto se rige por una currícula oficial, sus docentes y directores están en una constante búsqueda para lograr objetivos de calidad en cada nivel de la mano de actividades especiales que suman al proyecto. “Tenemos robótica, que es una actividad que busca desarrollar el pensamiento computacional. Hicimos una carrera de autos robóticos creados por los niños y las niñas y dirigidos desde sus computadoras. Buscamos todo el tiempo renovarnos en función de esta realidad cambiante”, asegura Pisano.
Además, cuentan con otro tipo de actividades, como educación física, música, lenguajes expresivos y natación. "Llevamos adelante distintas actividades deportivas y artísticas para lograr un equilibrio y un desarrollo de las distintas áreas de aprendizaje", agrega.
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“Somos una escuela de doble turno: buscamos que los niños y las niñas puedan ir atravesando por diferentes actividades a lo largo del día y que el espacio escolar sirva para que la propuesta sea completa”, indica la coordinadora.
Otra de las claves de Escuela Wara es trabajar de forma integrada: docentes, familias y niños, siempre desde la base del respeto y promoviendo la comunicación. “Que las familias puedan entrar, que conozcan nuestra modalidad de trabajo y sean parte del proceso conforma nuestra esencia. En esto se basa la modalidad de puertas abiertas, poder escuchar a las familias y generar un vínculo de confianza”, señala Pisano.
El apoyo de padres y madres ha sido clave en el proceso de crecimiento de la escuela. Así, ahora cuenta con más de 300 alumnos, incluyendo desde bebés a partir de los tres meses, en el área de maternal e infantil, hasta estudiantes de sexto año de primaria.
Otra de las claves de Escuela Wara es trabajar de forma integrada: docentes, familias y niños, siempre desde la base del respeto y promoviendo la comunicación. “Que las familias puedan entrar, que conozcan nuestra modalidad de trabajo y sean parte del proceso conforma nuestra esencia. En esto se basa la modalidad de puertas abiertas, poder escuchar a las familias y generar un vínculo de confianza”, señala Pisano.
El apoyo de padres y madres ha sido clave en el proceso de crecimiento de la escuela. Así, ahora cuenta con más de 300 alumnos, incluyendo desde bebés a partir de los tres meses, en el área de maternal e infantil, hasta estudiantes de sexto año de primaria.
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