Aulas virtuales, Chromebooks y seguridad edilicia: las medidas con las que la Sagrada Familia enfrentó al coronavirus

A principios de año, el colegio y liceo fundado en 1889 apostó a la enseñanza a través de la herramienta digital y así logró adaptarse a la pandemia sin descuidar el trabajo con sus alumnos.
En la agenda del 2020, el 13 de marzo quedó marcado como el día en que cambiaron los planes de todo un país. Apenas se confirmaron los primeros casos de coronavirus en Uruguay, el gobierno decretó una serie de medidas preventivas que incluyeron la suspensión de las clases presenciales. Así, todos los centros educativos debieron implementar la enseñanza virtual, pero en el caso del Colegio y Liceo Sagrada Familia, ese camino ya estaba desarrollándose.
Desde principios de año, el colegio había comenzado a trabajar en la implementación de un proyecto pedagógico que apuesta a la competencia digital. Para lograrlo, se crearon casillas institucionales para los alumnos de Secundaria y todos los funcionarios del colegio, y el programa educativo estaba profundizando en el área de robótica. Además, todos los alumnos de 1° y 4° de secundaria estaban trabajando en la dinámica de “Un Chromebook por estudiante”, un proyecto centrado en el trabajo virtual. Por eso, para el centro de enseñanza el cambio rotundo hacia la virtualidad no se hizo tan cuesta arriba. Es más, para el lunes 16 de marzo, ya contaban con aulas virtuales para todos sus alumnos.

Ha sido un año muy complicado, pero creemos que hemos podido cumplir con todas las metas que nos propusimos en el corto plazo

“Fue todo un desafío, pero apenas se decretó el cierre del colegio preparamos las clases virtuales y, con el apoyo del equipo multidisciplinario, generamos un horario nuevo de clases para que los alumnos no estuvieran ocho horas frente a la computadora. Queríamos mantener la tranquilidad de las familias y de los alumnos para estar en un ámbito agradable”.

Luego de meses de trabajo virtual, el colegio preparó una serie de modificaciones edilicias para asegurar el regreso. Marcelo Mónico, adjunto a la dirección general de la institución educativa, explica que el edificio se “ha readaptado” para garantizar la seguridad de los estudiantes y así cumplir con todos los protocolos sanitarios. Para eso, se comenzó a utilizar espacios que no eran de “aula directa”, como comedores y salones multiuso. También se realizaron cambios de salones.

Nuestro plus es la posibilidad de reinventarnos

Mónico destaca que el edificio de la Sagrada Familia cuenta con una serie de virtudes que facilitaron el regreso a clases. “Tenemos la suerte de contar con espacios grandes y ventilados, corredores abiertos y muchos patios”, enumera. “Los salones son amplios, tienen ventanas de ambos lados, y varias puertas tienen un ventilete”. También se retiraron las tarimas de los salones, para poder cumplir con el distanciamiento de todos los alumnos. “Nuestro plus es la posibilidad de reinventarnos”, asegura.

Por otra parte, se han aprovechado las cuatro entradas del colegio, que ayudan a evitar las aglomeraciones durante el ingreso y la salida de estudiantes. “Eso nos permite una entrada más rápida y segura”, detalla Mónico. En el caso de los adultos, se debe ingresar con tapabocas por la puerta principal (ubicada sobre la Avenida Libertador), para tomarse la temperatura corporal y pasar por una alfombra sanitaria. Luego se brinda alcohol en gel. Si bien las clases presenciales están de vuelta, el Colegio y Liceo Sagrada Familia sigue apostando a la competencia digital y al trabajo afectivo espiritual. Además del proyecto “un Chromebook por estudiante” –que el próximo año llegará a todos sus estudiantes desde 5° de Primaria hasta final de Bachillerato-, desde la dirección general se adelanta que se profundizará en el programa de robótica, a través de un mayor uso de drones, impresoras 3D, proyectos de realidad aumentada y talleres de programación. A su vez, para 2021 se planea apostar a un nuevo proyecto de tiempo completo en Inicial y Primaria.

“Este ha sido un año de desafíos enormes pero con muchos aprendizajes”, asegura Estefan. “El trabajo en equipo ha sido una de nuestras grandes fortalezas, con un fuerte compromiso de la comunidad educativa, quienes han trabajado con vocación y responsabilidad, acompañando los procesos de los estudiantes y las familias; quienes han sido también partícipes en este camino”, concluye.
para SAGRADA FAMILIA
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