quedó registrado

Las fotos inéditas de los triunfos mundialistas ante Corea en 1990 y 2010
Luis Prats

Cuando la bolilla del sorteo de Catar puso a Corea del Sur  como primer rival mundialista de Uruguay, los recuerdos remitieron de inmediato a dos partidos que marcaron triunfos muy festejados.

El primer duelo fue en el estadio de Udine, por la Copa del Mundo de Italia 1990. Uruguay, que ese día vistió de blanco, necesitaba vencer a los asiáticos para poder pasar a los octavos de final como uno de los mejores terceros, luego de haber empatado en el debut con España sin goles y perdido 3-1 ante Bélgica.

El partido significó un largo sufrimiento, pues se atacó sin mucha claridad ni resultados durante los noventa minutos. Ya en el tiempo añadido, el muy joven Daniel Fonseca, quien había ingresado un rato antes por Sosa, sufrió una falta sobre el sector derecho del ataque. Todos, salvo Fernando Álvez, fueron a buscar el cabezazo. Alfonso Domínguez, encargado de tomar el tiro libre, amagó para engañar a la defensa coreana y enseguida lanzó el centro. La pelota pasó por arriba de los zagueros rivales y la cabeceó Fonseca en forma precisa para convertir el gol.

Y salió gritando mientras corría por la pista de atletismo, donde recibió el abrazo de sus compañeros, con tanta alegría como alivio. De esa forma Uruguay pasó a la siguiente fase del Mundial, que sería la última: se perdió ante Italia por 2 a 0 en la parte final del encuentro.

Veinte años más tarde los caminos de uruguayos y coreanos volvieron a cruzarse, ya por los octavos de final de Sudáfrica 2010, en el estadio Nelson Mandela de Port Elizabeth.  Uruguay, de celeste ese día, había ganado su serie empatando con Francia y venciendo a Sudáfrica y México, mientras Corea había sido segundo en la serie ganada por Argentina.

Todo empezó muy bien. A los siete minutos, Edinson Cavani llevó la pelota hacia la izquierda, por donde Diego Forlán desbordó y mandó un centro rasante y paralelo a la línea de fondo. La defensa rival quedó estática cuando por el otro lado apareció Luis Suárez, quien pese a tener poco ángulo para su tiro definió con perfección.

Poco después se pudo liquidar el encuentro, pero el árbitro alemán Stark ignoró una mano en el área asiática. En el segundo tiempo se desató la lluvia y Corea comenzó a llegar seguido hasta que a los 68’ Lee Chung Yon empató. El gol no solo terminaba con el invicto de 668 minutos de Fernando Muslera, sino que abría la incertidumbre sobre el resultado final, pues las jugadas de peligro se sucedieron ante los dos arcos.

Hasta que en el minuto 80 Uruguay tuvo un corner desde la derecha. La pelota llegó pasada, Jorge Fucile la controló y cedió a Suárez. El salteño enganchó hacia adentro y sacó un chanfle exacto, que hizo la comba justa para meterse por el palo más lejano del arquero. Golazo.

Quedaba todavía un ratito de angustia ante las últimas arremetidas coreanas, pero la Celeste pasaría a los cuartos de final de un Mundial luego de cuatro décadas. Pero se llegaría todavía más lejos…


Fotos: Archivo El País
Diseño TI El País