Las fotos del fugaz regreso de Fabián O'Neill al fútbol uruguayo para jugar en Nacional (2003)
Luis Prats
Hay futbolistas que se convierten en ídolos por su afición a coleccionar títulos. Y otros pasan a ser los preferidos de la tribuna por su irrepetible forma de jugar. En esta categoría entra seguramente Fabián O’Neill, cuya habilidad cautivó a los hinchas de Nacional –y de otros clubes, incluso en Italia- más allá de sus conquistas.
Por eso, su regreso a los tricolores en 2003 abrió paso a la esperanza de más goles y gambetas, pero fue una ilusión fugaz, que se complicó con una lesión inicial y se frustró debido a un problema de pesos (en realidad, dólares). Ese capítulo forma parte de su singular historia, que conoció un brillo intenso solo de a ratos y después tuvo un apagón temprano.
O’Neill había aparecido en Nacional a comienzos de 1992, llegado de Paso de los Toros. Poco después se ganó el apodo de “Mago” por su talento. Fue campeón uruguayo ese año y también de la Liguilla 1993. A fines de 1995 se concretó su transferencia al fútbol italiano, la meca del profesionalismo entonces.
Después de defender a Cagliari, Juventus, Perugia y de nuevo Cagliari, regresó al Uruguay a comienzos de 2003. Pese a que solo tenía 29 años, su idea inicial era retirarse del fútbol para irse a vivir a su campo de Paso de los Toros.
Sin embargo, en Nacional consideraron que el isabelino podía dar todavía mucho de su fútbol exquisito. Y terminaron convenciéndolo para regresar, aunque hubo un tira y afloje sobre su contrato.
Luego de jugar medio tiempo en un amistoso de pretemporada ante Deportivo Maldonado en enero, el primer encuentro oficial por su segunda etapa tricolor fue ante Miramar Misiones, el 6 de abril. Nacional ganó 2-0. Fabián fue titular y resultó reemplazado a los 76 minutos por Haberley Sosa.
Por el Campeonato Uruguayo jugó poco, afectado por una lesión, pero sus actuaciones más destacadas ese año fueron por la Copa Libertadores. Le hizo un gol a Universitario de Lima, como visitante, y tuvo grandes actuaciones ante Santos por los octavos de final. En Montevideo empataron 4-4 en un partido memorable. En la revancha en Vila Belmiro Nacional mantuvo el empate, con un golazo suyo de tiro libre, y solo cayó en la definición por penales.
En la actividad local, el tricolor se quedó con el Torneo Apertura 2003 y apuntaba a quedarse con el Uruguayo por cuarta vez. Pero en el receso hubo cambios en el plantel. Se fueron algunos jugadores y llegaron, entre otros, los hermanos Julio y Jorge Dely Valdés. Y el monto de sus contratos molestó a O’Neill.
Así lo explicó en una entrevista, años después: “Cuando fui a arreglar el contrato pedí 25 lucas y me dijeron que era una locura, que sólo me podían pagar 10 y acepté igual. Después vino el Negro Julio (Dely Valdés) y le pagaban más. Ahí me enojé, pero no por Julio que era un fenómeno. Me calenté por Jorge, que a todos lados que iba lo enganchaba. No podía ser que ganara más que yo”.
El 26 de agosto jugó su último encuentro con la camiseta tricolor, un partido contra Danubio por la Copa Sudamericana. El segundo ciclo en el club se cerraba con apenas once partidos. Al año siguiente sorprendió al incorporarse al Tito Borjas de San José. Fue su último club.